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lunes, 5 de septiembre de 2011

Descanse en paz, también en la red

Internet da tanto de sí que hasta la muerte supone una oportunidad de negocio.. Foto: EFE
Internet da tanto de sí que hasta la muerte supone una oportunidad de negocio


La red se ha convertido en una herramienta imprescindible de nuestra vida cotidiana: a través de ella nos comunicamos, gestionamos la cuenta bancaria, compartimos nuestras fotografías y vídeos e incluso almacenamos en la nube material confidencial relacionado con el trabajo.
La identidad digital es cada vez más relevante.



Por eso, y puesto que la muerte es la única certeza, surgió el interrogante de qué pasa con todo ese legado virtual cuando su dueño fallece. Y poco han tardado los emprendedores en crear "startups" especializadas en la gestión de la herencia digital.
Por ejemplo, My Webwill ofrece un servicio para, una vez fallecido el usuario, desactivar sus cuentas de distintos sitios web (Facebook, Twitter, MySpace, Gmail, Blogger o Twitter, entre otros) o bien enviar los datos de acceso al "heredero" elegido con instrucciones acerca de cómo debe utilizarlos.
Para proceder al envío de esa información, dos personas designadas previamente deberán demostrar que el usuario ha muerto presentando un certificado de defunción.
El servicio de desactivación de cuentas es gratuito, no así la contratación del traspaso de la información, que cuesta 9,95 dólares (6,9 euros, al cambio actual) al año.
Legacy Locker no sólo contempla la comunicación de las distintas contraseñas que utiliza el internauta en la red en caso de muerte, sino de elevada discapacidad, y también permite el traspaso de documentos archivados en internet y el envío de cartas o vídeos de despedida para aquellos que quieran dedicar unas últimas palabras a sus seres queridos.
Anuncios de funerales
"Consideramos que tus activos digitales merecen la misma confianza y cuidado que tu seguro de vida, tus propiedades, joyas, coches y otros objetos de valor", indica la compañía en su página web.
Death Switch también funciona a modo de caja en la que se guardan contraseñas y documentos, incluso "secretos que no te quieres llevar a la tumba", pero su dinámica es diferente: cada cierto tiempo se le envía al usuario una notificación para que confirme su actividad. Si éste no contesta un número de requerimientos, el sistema envía automáticamente la información archivada a la persona elegida.
Por su parte, Slightly Morbid comunica la muerte de quien contrata el servicio a sus conocidos y Assetlock.net reúne instrucciones para que a los familiares del difunto les sea más sencillo gestionar el papeleo: por ejemplo, dónde están las llaves de la caja fuerte, en qué lugar guarda el testamento o qué hay que hacer con sus seguros. Por si acaso, mejor contratarlo en secreto.
También hay iniciativas digitales "made in Spain" relacionadas con la muerte . Se trata de www.iesquelas.com y www.entre2mundos.com, "cementerios virtuales" donde rendir tributo tanto a los seres queridos como a personalidades públicas, ya sea publicando esquelas, poniendo flores o velas en su "tumba virtual" o enviando condolencias a través de la red.
Estos portales también ofrecen información sobre las fechas y lugares donde se van a celebrar funerales, así como datos de contacto de floristerías, tanatorios o funerarias.
Pero la oferta más completa en la materia viene de la mano de la recién creada After Steps, una compañía estadounidense que va unos pasos más allá.
Cuando falleció su abuela, la estudiante de la Universidad de Harvard Jess Bloomgarden decidió poner en marcha una empresa digital para planificar tu propio funeral y no dejar ningún fleco suelto en lo relativo a herencia y últimas voluntades. Así, la familia del fallecido no tiene que hacerse cargo de esos trámites en un momento de "gran dolor".
En After Steps el usuario deja organizado su testamento y sus voluntades, deja escrito qué hacer con sus mascotas, indica si quiere ser donante de órganos, cómo quiere que sea su funeral e incluso escribe su obituario.
Además, puede dar instrucciones de lo que hacer con sus cuentas digitales y dejar mensajes a sus seres queridos.
Internet nos hace la existencia más fácil, es cierto, pero complica aún más, si cabe, la muerte. Para los que no tengan la sangre fría de organizar sus asuntos del más allá, mejor dejarlo todo dicho en vida.

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